Atrás quedaron los tiempos de la figurita de sevillana, el delantal con receta impresa y el gorro de mexicano para dar paso a la abarca menorquina, convertida hoy en uno de los recuerdos más vendidos en la Isla.
Las empresas fabricantes de abarcas han ido más allá y elaboran modelos tanto de abarcas para mujer como abarcas para hombre con diferentes formas y colores, aspectos que llaman la atención de los turistas, sobre todo para los ingleses, quienes buscan un toque de originalidad en el diseño.
"El cliente español primero pregunta por los modelos tradicionales, aunque las mujeres tienden a escoger aquellos pares con colores más llamativos o incluso abarcas con cuña", afirma la vendedora Marga Pons, quien añade que, sin embargo, "el cliente británico solo se fija en las abarcas más llamativas, con dibujos o brillos".
La Asociación de Fabricantes de Calzado de Menorca afirma que, en 2016, se produjeron más de 650.000 pares de abarcas, un negocio que moviliza más de 10 millones de euros, de los que más de 5 millones corresponden a exportación.
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